sábado, 22 de junio de 2013

La fantástica historia de Sixto Rodríguez

Jesús Sixto Rodríguez era un hombre del cual no se sabía casi nada. A finales de los años 1960 fue contactado por dos productores musicales que lo convencieron de grabar un disco, Cold Fact (1970), el cual no tuvo mucho éxito comercial. A pesar de esto, Rodríguez fue posteriormente contactado por otro productor, con quien grabó un segundo disco, Coming from Reality (1971), el que tampoco tuvo buenas ventas en Estados Unidos.

La carrera de Rodríguez no fue un completo fracaso. Su trabajo fue mejor recibido en Sudáfrica, donde las letras de sus canciones y el misterio que rodeaban al cantante lo transformaron en una figura muy popular entre los jóvenes del país. Su álbum Cold Factfue adoptado como un símbolo de la lucha contra el apartheid. Debido a sus letras, varias de sus canciones fueron prohibidas por la South African Broadcasting Corporation. Músicos como Koos Kombuis, Willem Möller y Johannes Kerkorrel fueron inspirados por el mensaje de Rodríguez. Tiempo después surgió el rumor de que el cantante se había suicidado en medio de un concierto.

A mediados de los años 1990, dos hombres llamados Stephen Segerman y Craig Strydom comenzaron a investigar acerca de la identidad de Rodríguez y la razón por la cual el cantante nunca supo acerca de su éxito en Sudáfrica. Para esto, examinaron las relaciones que existían entre las compañías discográficas e intentaron contactar a los productores que trabajaron con él. Strydom logró hablar con Mike Theodore, uno de los productores de Cold Fact, y al preguntarle cómo se había suicidado el cantante, Theodore le dijo que Rodríguez no estaba muerto. Strydom escribió un artículo sobre su búsqueda y Segerman fue posteriormente contactado por Eva, la hija del cantante.
Tras estas escenas, el propio Rodríguez conversa con los documentalistas acerca de su vida. El cantante revela que nunca supo acerca de su éxito en Sudáfrica, y que tras grabar sus dos discos no pudo seguir dedicándose a la música y trabajó en la construcción. También se narra el viaje que hizo Rodríguez a Sudáfrica en marzo de 1998, donde tocó seis conciertos. Luego de esto, el cantante siguió viviendo de forma modesta en Detroit, regresando de forma esporádica al país africano para tocar algunos conciertos.

He aquí diez cosas que quizás no sepas sobre Rodríguez: 

1. Se saltó la ceremonia de los Oscar. Estaba dormido cuando ganó   
El director de Searching for Sugar Man, Malik Bendjelloul, imploró a Rodríguez asistiera a los Oscar, pero él se negó ya que sentía que él se llevaría la atención que merecían los realizadores. "Además, nosotros acabábamos de volver de Sudáfrica y estaba cansado", cuenta el músico. "Estaba dormido cuando ganó, pero mi hija Sandra me llamó para contarme. No tengo tele de todas formas". 


2. Australia le descubrió antes que Sudáfrica   
Un puñado de copias del debut de Rodríguez, Cold Fact (1970), llegó a Australia meses después de que el disco fracasara en EE UU. Uno acabó en las manos del dj de radio australiano Holger Brockman, quien empezó a pinchar Sugar man, en la emisora donde trabaja en Sídney. Las tiendas de discos empezaron a vender copias por más de 250 euros, y finalmente la discográfica Goose records lo distribuyó a lo grande por todo el continente. "Todos mis amigos tenían una copia de Cold fact", cuenta el baterista de Midnight Oil Rob Hirst. "Tocábamos The wild, the innocent & the E street suffle, de Bruce Springsteen, el primer álbum de Billy Joel y Cold fact".
 A finales de los 70, los promotores de conciertos australianos localizaron a Rodríguez en Detroit. Llegó a Australia con sus dos hijas adolescentes para hacer una gira de 15 conciertos a principios del año 1979. "Estaba muy sorprendido por todo lo que habíamos montado para él", contó el promotor Michael Coppel a Billboard, en aquel entonces. "Nunca había dado un concierto antes, sólo en bares y clubs". Tocó para 15 mil personas en Sydney, casi el mismo número de fans que atrajo Rod Stewart unas semanas antes. "Parecía que le daba vergüenza estar subido en el escenario", contó Billboard. "No dijo más de una docena de frases cortas en cada actuación. Cuando volvió al escenario para hacer un bis en su primer concierto en Sydney, él balbuceó emocionado al público: "Ocho años después… y pasa esto. No me lo creo".
En 1981, se publicó un álbum en vivo de aquella gira, coincidiendo con su regreso para hacer un segundo tour. En esa ocasión, compartió la recaudación de algunos conciertos con Midnight Oil. "Pensé que era el momento más alto de mi carrera", dice Rodríguez hoy. "Había alcanzado mi épica misión. No mucho más pasó después de aquello. Ni llamadas ni nada". 


3. Ahora mismo se está forrando…  
El redescubrimiento de Rodríguez por los sudafricanos en 1998 le permitió retirarse del negocio de la construcción. Él regresó al país cada par de años, y también comenzó a dar algunos conciertos por Europa. Cold fact se editó en cd y poco a poco empezó a encontrar su público a través del continente, aunque el éxito en su país de origen se le seguía resistiendo. Pero Searching for Sugar Man cambió todo eso, dándole a Rodríguez un nivel de fama inconmensurable. Hace algo menos de un año, estaba tocando en un Pub de Nueva York para menos de 200 personas. Pronto, evolucionó al Highline Ballroom, de 700 asientos, conciertos en el Town Hall (con capacidad para 1.500), el teatro Bacon (2.900) y el Radio City Music Hall (6.000 butacas), todos vendidos en minutos. Acaba de cerrar un concierto en el Barclays Center de Brooklyn con capacidad para 18 mil personas. 
Y eso sólo en Nueva York. Dará más de 30 conciertos en todo el mundo, incluyendo Coachella, Glastonbury o Primavera Sound. "Las llamo citas con el dinero", cuenta Rodríguez. "Tengo muchos compromisos, y la lista sigue creciendo. Tenemos que pegarle cuando el hierro aún está caliente. El dinero, he de decir, es obsceno". No está bromeando. Con una reciente serie de conciertos en Sudáfrica recaudó más de medio millón de euros.


4. …Y está donando la mayoría  
Rodríguez ha vivido en la misma modesta casa de Detroit los últimos 40 años. No tiene coche, ordenador o ni siquiera televisión. Su hija Regan le obligó a que tuviera un móvil hace un par de años, porque se cansó de dar vueltas con el coche por su barrio buscándole. "Lleva una vida muy espartana", dice Regan. "Casi me atrevería a llamarla de amish. Él me dijo una vez que había tres necesidades básicas: comida, ropa y cobijo. Una vez que llegas a ese nivel, todo lo demás es una capa de adorno".
Planea donar la mayoría de su dinero a sus tres hijas y algunos de sus viejos amigos. "Esa es su filosofía", dice Regan. "Donarlo le proporciona mucho placer, especialmente a la gente que le apoyó cuando no era un gran éxito comercial. Aunque me encantaría que se gastara algo de ese dinero en sí mismo".


5. Casi fue a la guerra de Vietnam  
A pesar de ser un pacifista, Rodríguez se planteó alistarse en el ejército en la cumbre de la guerra de Vietnam. "Era el espíritu de aquella época", dice. "Tienen una guerra cada 15 o 20 años, y siempre hay una cosecha de jóvenes que no sabe lo que está pasando, que han sido inspirados por los medios de comunicación. Amo a mi país. Es sólo el gobierno en el que no creo". Al final no se alistó. "Me peleé dos veces con mi hermano por este tema", cuenta, "además, me acaba de casar y por aquel entonces no aceptaban a gente que estuviera casada".


6. Publicó un single en 1967 bajo el nombre Rod Riguez  
En 1967, Rodríguez estaba trabajando en una fábrica de coches y tocando en los cafés y bares de Detroit por la noche. El productor local Harry Balk vio una de sus actuaciones y grabó su tema I'll slip away, con Impact Records. (Después se regrabó en la sesiones de Coming from reality). Balk cambió su nombre a Rod Riguez. "Fue su decisión", dice Rodríguez aún con una mueca de vergüenza ante el recuerdo de ver su nombre encubierto. "Él pensó que sería más atractivo". 


7. En un principio rechazó aparecer en Searching for Sugar Man  La primera vez que el realizador sueco Malik Bendjelloul escuchó algo de Rodríguez fue viajando por África. Originalmente, pensaba crear un corto para la televisión sueca, pero el proyecto empezó a crecer lentamente hasta convertirse en filme. Decidió contar la historia desde la perspectiva de los fans sudafricanos. "Por qué todo el mundo pensó que Ciudadano Kane era una película fantástica?", pregunta. "Es porque era muy inteligente. No contaba la historia de este tipo rico. Contaba la historia de un periodista que estaba intentando contar la historia de un tipo rico. Eso fue lo que enganchó en un principio, que esta historia sería diferente".
Sólo había un problema: Rodríguez era muy reacio a aparecer en la película. "Sus hijos me dijeron que probablemente podría conocerle, pero que no me hiciera ilusiones sobre hacer una entrevista", explica Bendjelloul. "Fui a Detroit una vez al año, durante cuatro. No accedió a ser entrevistado hasta mi tercera visita. Creo que sólo cambió de opinión porque le dimos pena. Vio lo duro que estábamos trabajando y pensó, 'será mejor que ayude a estos chicos". 


8. Se está quedando ciego  
Rodríguez sufre un glaucoma y su visión es muy limitada. Como consecuencia, se mueve muy despacio cuando anda y normalmente está agarrando el brazo de alguien. "Todavía puedo distinguir algunas personas en el público, en mis conciertos", dice. "Es una condición que se puede tratar, pero un diagnóstico temprano es muy importante. Todavía me apaño yo solo, pero me lo tomo con mucha calma". Se define como un "hombre de 70 años en forma", y a su familia le inquieta el peaje físico de viajar tanto. "Siempre me preocupo por él, y su salud es una de mis principales preocupaciones", dice su hija Regan. "Le reservamos asiento en primera clase en los vuelos y hacemos todo lo posible para que sea lo más cómodo para él".  


9. Tiene bandas de apoyo por todo el mundo  
Al igual que Chuck Berry, Rodríguez viaja sin una banda regular. "Me gusta decir que hago versiones de mis propias canciones", apunta. "Y tengo como unas doce bandas por todo el mundo. Y no es una exageración. Tengo una sudafricana, australiana, suecas, inglesas, americanas. Y son músicos notables, además". En su último tour por Australia le acompaño Break, que cuenta con antiguos miembros de Midnight Oil. "Su hija Regan me llamó y nos dio una lista de canciones para ensayar", explica Rob Hirst, baterista de Break. "Ensayamos un par de horas cuando llega a la ciudad. Pero no le gusta ensayar, así que en las primeras veces improvisamos bastante".


10. Está trabajando en su esperado tercer álbum  
Rodríguez sólo tiene dos álbumes: Cold fact (1970) y Coming from reality (1971). Su prioridad ahora mismo es ir de gira, pero también está empezando a trabajar en canciones nuevas. "Tengo muchos títulos y temas en los que he estado trabajando", desvela. "Toqué con una orquesta en el programa de David Letterman recientemente. Después de hacer eso sé que puedo ir a por el álbum". Su hija espera que lleve el proyecto hasta el final. "Soy muy optimista con ese tema", dice. "Si me hubieras preguntado en el pasado te hubiera dicho que no. Pero ha estado hablando mucho de ello últimamente. Estamos más cerca, pero no vendamos la piel del oso antes de cazarlo".

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